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SIN RODEO

Las Pascuas Sangrientas, crimen que no impidió el triunfo

Las Pascuas Sangrientas, crimen que no impidió el triunfo

(Tomado de Radio Angulo en Holguín)


El Movimiento 26 de Julio se fundó en la región desde finales de 1955 y se incrementó fuertemente durante el año 1956. En este territorio existían direcciones municipales en los antiguos municipios de: Banes, Holguín, Gibara, Mayarí, Tunas y Puerto Padre.

Se habían creado células y se realizaba una constante labor proselitista, de propaganda y de búsqueda de armas. Descollaban en el movimiento 26 de julio figuras como: Pedro Díaz Coello, Luís Peña, William Aguilera, Gilberto González y otros compañeros. El Partido Socialista Popular tenía una vieja tradición de luchas que se remontaba a la década del treinta.


El alto mando batistiano elaboró un meticuloso plan que permitiría el exterminio de los principales líderes y figuras más radicales del movimiento revolucionario. Aprovechando la ancestral costumbre de las familias cubanas de reunirse en el día de Pascuas se decidió sorprender a los combatientes en aquellos momentos de esparcimiento.

Entre el 25 y el 26 de diciembre fueron asesinados 22 combatientes en el territorio que hoy conforman las provincias de Tunas y Holguín. Días antes había sido asesinado el joven combatiente Rafael Orejón en Nicaro. Incluido también en la macabra lista de los que debían de ser asesinados.

También entre los caídos se encontraban algunas personas sin vinculación directa con la lucha revolucionaria. Fueron víctimas del odio ciego de los represores. Otros que estaban entre los planes de ser asesinado lograron escapar con vida por circunstancias fortuitas.


El crimen fue un duro golpe para el movimiento revolucionario. Sus principales líderes y otros destacados miembros fueron asesinados. Pero muy pronto valientes hijos del pueblo respondieron al llamado de la revolución. El movimiento clandestino de nuevo se organizó en este territorio.

El 23 de noviembre de 1957 el responsable directo de aquellos crímenes, el jefe del regimiento de Holguín, era ajusticiado en un eficaz atentado. El crimen no pudo detener el triunfo definitivo del primero de enero de 1959.

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