Alan Phillips Gross y su objetivo de derrocar la Revolución Cubana
. Caso concluso para sentencia
Con el empleo de modernas tecnologías y la estrategia de crear redes clandestinas de infocomunicaciones, fuera del control de las autoridades cubanas, Alan Phillips Gross vino a Cuba por encomienda de la empresa contratista Devolopment Alternative Inc., (DAI) perteneciente a la gubernamental agencia de Estados Unidos identificada por las siglas USAID.
La DAI es una entidad subordinada al Departamento de Estado de los Estados Unidos, encargada de llevar a cabo programas de desestabilización política contra gobiernos que no son del agrado de la Casa Blanca en América Latina y otras partes del mundo.
Gross tenía participación directa en la introducción y desarrollo en la isla de un proyecto subversivo para intentar derrocar la Revolución, el cual estaba dirigido al sector juvenil, centros universitarios, culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales.
En su práctica contrarrevolucionaria Alan Phillips Gross, y a través de sus declaraciones ante el tribunal que lo condena en Cuba, acusó a Devolopment Alternative Inc., DAI por haberlo puesto en peligro y conducido a su situación actual de arruinar la vida y la economía de sus familiares.
El caso de Alan Gross es una prueba más de que el gobierno de Estados Unidos, en sus sucesivas administraciones, no ha cesado en sus empeños de derrocar el proceso revolucionario triunfante en Cuba en enero de 1959, para lo cual ha utilizado las más variantes estrategias, desde un férreo bloqueo económico, comercial y financiero, chantajes, actos terroristas, sabotajes, además de alimentar a grupúsculos contrarrevolucionarios en el interior del país, con la batuta intermedia de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
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