Japón: Cálculos que deciden vidas humanas

La cifra de  11 mil 578 muertos y más de 16 mil 400 desaparecidos por el terremoto y el tsunami ocurrido el pasado 11 de marzo en Japón, parecen no haber llegado a su límite.

Las noticias aún son imprecisas y alarmantes, cuando prosigue la búsqueda de víctimas aprovechando una marea de primavera, que al retroceder puede permitir nuevos hallazgos, ya que muchas personas fueron arrastradas hacia el mar por el tsunami que se produjo después del sismo.

Pero el peligro no ha cesado, cuando las noticias confirman que en las áreas cercanas a la planta de Fukushima, se registran escapes de radiaciones, lo que obligó a la evacuación de los residentes en un radio de 20 kilómetros,  pero, según los despachos de prensa,  quienes viven entre ese límite y el de  30 kilómetros permanecen en sus casas sin poder salir al exterior.

Otros medios informan que  los técnicos japoneses siguen sin poder frenar la crisis nuclear casi tres semanas después de los accidentes en la planta atómica de Fukushima. El gobierno de Japón anunció medidas extraordinarias para frenar la emisión radioactiva en la planta nuclear, como rociar con resina sintética la central  y se ordenó controlar todos los reactores nucleares del país para evitar problemas similares.

Japón tiene más de 50 reactores que se encuentran al borde del mar, en un archipiélago cuya superficie total está amenazada por los movimientos telúricos.

Titulares como “Alarma nuclear en Japón: la radiación dañará la salud de los japoneses y su medio ambiente durante años”, son apenas las buenas noticias que se reciben en esa nación.

Los expertos detallan que la radiación daña el organismo cuando se somete a una sobreexposición, lo que provoca cáncer, y que los síntomas que pueden presentarse después de la exposición de gran nivel van desde quemaduras en la piel hasta problemas de fiebre, tos y respiración dificultosa.

Obvian los comentarios, valdría la pena sacar las propias conclusiones.