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Posada Carriles: la papa caliente del gobierno de Estados Unidos

Posada Carriles: la papa caliente del gobierno de Estados Unidos

Por Leonel Iparraguirre González

“Este es un caso esencialmente sobre mentiras”, fue la primera expresión del Fiscal Principal Timothy Reardon III, en el juicio que tiene lugar en El Paso, Texas, contra el connotado terrorista Luís Posada Carriles.

“Esta es la historia de un hombre extraordinario. Es la historia de como llegó ilegalmente a los Estados Unidos y lo que dijo después que llegó”.expresó Reardon a los miembros del jurado. Continuó su relato: “Posada llegó a los Estados Unidos el 18 de marzo de 2005″ a bordo de una embarcación llamada Santrina”, dijo Reardon, “y solicitó asilo”. “La evidencia mostrará que mintió repetidas veces”.

Mostrará, también, que “cuando un juez de inmigración le preguntó a Posada si había solicitado individuos para que lo ayudaran a hacer explotar bombas en Cuba o para llevar explosivos a Cuba, dijo que no. Mintió,” afirmó el abogado del gobierno de los Estados Unidos.

Un oficial del Servicio de Inmigración lo entrevistó. Posada dijo que entró a los Estados Unidos. “Mentira”, dijo Reardon. Posada dijo que nunca había estado en Cancún. “Mentira”. Posada dijo que nunca había visto al Santrina. “Mentira”. Posada dijo que nunca había visto a Santiago Álvarez. “Mentira”. Que nunca había visto a Osvaldo Mitat. “Mentira”. Que nunca había visto a José Pujol. “Mentira”, enfatizó Reardon. Santiago Alvarez, Osvaldo Mitat y José Pujols eran parte de la tripulación del Santrina.

La fiscalía afirma que fueron a México a recoger a Posada Carriles para traerlo ilegalmente a los Estados Unidos. Ayudar a un terrorista a ingresar ilegalmente a los Estados Unidos es severamente sancionado por las leyes estadounidenses. Reardon levantó en sus manos un pasaporte guatemalteco.

El pasaporte tiene la foto de Posada pero otro nombre. Un alias. “Ustedes podrán examinar este pasaporte,” dijo. “También escucharán de un miembro de la tripulación del Santrina que recogió a Luis Posada Carriles en México”.

Reardon se refiere a Gilberto Abascal, un agente encubierto del FBI que testificará durante el juicio. “La otra serie de mentiras de Posada Carriles”, dijo Reardon, “tiene que ver con las bombas en La Habana”.

Le contó al jurado de las bombas que estallaron entre la primavera de 1997 y septiembre de 1997. En el Copacabana, el Chateau Miramar y la Bodeguita del Medio. Narró cómo ocurrió la explosión en el lobby del Copacabana que mató a Fabio DiCelmo. Reardon le leyó parte de la transcripción de la entrevista que Posada le dio al New York Times en 1998, en la cual admite ser el autor intelectual de la campaña de bombas del 97.

En respuesta a una pregunta de la periodista del Times sobre la muerte de DiCelmo, Posada respondió: “Es una pena. Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Yo duerme como un bebé”.

Una frase de Fidel Castro se escuchó en el salón: “Luis Posada Carriles es una papa caliente política para el gobierno de los Estados Unidos”. Quizás Posada Carriles vio alguna vez el animado cubano titulado “La patata ardiente“.

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